*Toda interpretación te saca del presente.*
Seguir estando en atención plena en lo que sucede es dejar de negar o evitar cualquier evento que acontece aceptandolo tal y como es.
En vez de empezar a identificarnos en la interpretación de nuestra experiencia, encadenando actitudes, percepciones, emociones y sensaciones.
Toda percepción o interpretación es sólo una visión sesgada de la realidad.
Realmente no es la experiencia en sí misma tal y como la hemos vivido o vivimos.
Toda interpretación te lleva a ceder tu poder a merced de lo que crees que sucede en el prisma de tu propia mente.
Mantener la atención plena es distinguir entre nuestra experiencia y nuestra interpretación.
La experiencia es simplemente lo que está sucediendo, es decir, tiene su propio sentido de ser.
La interpretación de la experiencia es toda esa historia que nos contamos de lo que acontece, introduciendo nuestro propio sentido de lo que nos hemos contado y creado, pareciera de esta forma estar más atentos a la experiencia, sin darnos cuenta que tan solo es una idea limitada de lo que ocurre, alejandonos de esa presencia plena o consciencia presente de la experiencia en sí.
Podemos permitirnos vivir de forma atenta cultivando la habilidad de vivir la experiencia sin interpretarla, y si aceptándola.
Cuando pensamos en la experiencia salimos del presente y proyectamos desde nuestro sistema de pensamiento en el futuro con expectativas, anhelos o preocupaciones, o hacia el pasado con recuerdos, memorias y enseñanzas.
Toda interpretación nos saca del presente.
Llevándonos a un lugar en el que estamos atados para actuar.
La mayor parte de nuestra conciencia se rige en un sistema de pensamiento compulsivo, de controlar todo lo que pasa.
No podemos soportar que algo se escape y damos vueltas sin parar alrededor de los hechos.
Este sistema de pensamiento quiere estar, quiere ser escuchado, quiere ser existente en la mente, a cualquier precio y al mismo tiempo quiere escapar de aquello que percibe como dolor.
El resultado de todo esto es, que el sistema de pensamiento que ocupa nuestra mente sustituye la experiencia verdadera con su sentido propio, por una interpretación creada por ella misma de la realidad, llevando a manipular y a tener la sensación de controlar.
La interpretación de que hemos logrado avanzar es un aliciente que nos garántiza cierto grado de seguridad.
Pero añadir una interpretación a la interpretación deja de estar en el camino de lograr y alcanzar la paz, puesto que genera inquietud.
Añadir más pensamientos a los pensamientos es un intento de interponer más capas a la realidad, creando inquietud y desasosiego.
Darnos cuenta que interpretamos la experiencia crea un espacio de capacidad de separarnos de ella.
J.LL.