Este instante es el eslabón para la conexión con tu divinidad o realidad de ser en si misma.
Date cuenta que quien nada necesita se le confía todas las cosas.
Este instante no necesita nada, se alza como la sede e invita a la confianza de todo.
Dónde todo lo puedes entregar con seguridad, y ello permite que te alces con él en certeza y confianza, ya que sabes que él no está en estado de necesidad de apoderarse de nada.
Qué miedo!! entregar todas tus ideas de tu vida, de tí y de todo lo que te rodea, a este humilde regalo que se te ofrece para que la verdad sea presenciada.
Tal vez sientas miedo de entregar a algo que parece tan "vacío", tu gran preciado tesoro, tu pensamiento de ti.
Esa idea que defiendes con gran ímpetu, con enormes murallas ilusorias, en las que hay inscrito "yo soy así" por todo lo que he pasado.
Pero que nunca existió.
Tú ilusión de creer ser algo temporal, algo que percibes como real, te lleva a dar el permiso a que el miedo sea invitado, cuando un destello de realidad aparece atravesando hasta la luz que hay tras todos esos ficticios conceptos en los que te depositas para ser identificado.
Un regalo sin descripción, ya que nunca fue vivido, nunca fue encontrado y nunca lo encontrarás.
Tan solo es.
¡¡Observa!!
¡¡Ahora!! Date cuenta que en este instante hay una nueva ofrenda de Dios.
J.LL.